GUILLERMO RESTREPO VALENCIA (1952-2015)
Fue un reconocido arquitecto,
escenógrafo y profesor universitario, oriundo de la ciudad de Pereira
(Risaralda). Se tituló como arquitecto en la Universidad de los Andes (Bogotá)
y como artista del Friends World College (New
York, USA), teniendo viajes de formación en Europa, Japón y el Sudeste asiático.
Finalizando su periplo por Corea del Sur se especializó en técnicas de
construcción. Su experiencia internacional incluía trabajos como docente en la
Escuela de Arte Dramático de Roma (1996). Fue secretario del Departamento de
Arquitectura del Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984) y Director de la
Oficina de Planta Física de la Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá), allí
se desempeñó como asesor de la Vicerrectoría de Sede y de la
Rectoría. Se jubiló el 5 de mayo de 2013, para continuar trabajando en su firma
privada como Arquitecto y reconocido Diseñador de espacios interiores y mobiliario.
El
profesor Restrepo ingresó a la Universidad Nacional de Colombia vinculándose al
Instituto de Investigaciones Estéticas de la Facultad de Artes en 1989, allí impartió
cursos de “Historia del Diseño Industrial” e “Historia de la Arquitectura”, además
dirigió la línea de profundización: “Objeto, Ciudad y Cultura”, uno de los
espacios académicos más renovadores en la enseñanza de la arquitectura a
comienzos del siglo XXI. Allí dirigió el taller de diseño, junto al profesor y
arquitecto Alberto Iván Correa; ámbito académico al que asistían, de manera simultánea,
estudiantes de semestres superiores de las carreras de Arquitectura, Diseño
Industrial y Artes Plásticas.
En
esta época el principal interés del profesor Restrepo giraba alrededor de la
idea de reciclar edificios patrimoniales desde una perspectiva contemporánea. De
su temprana experiencia en Nueva York, el profesor trajo la idea de revitalizar
edificios abandonados o en franco deterioro en Bogotá. Hoy, pequeñas joyas
arquitectónicas de los años cuarenta y cincuenta llevan la impronta académica
desarrollada por él, marca que sus estudiantes han venido dejando a través de
intervenciones de gran calidad espacial, funcional y estética, sin descuidar la
responsabilidad social en los proyectos.
En esa
perspectiva, el profesor Restrepo prefería que los estudiantes escogieran
edificios modestos, de una escala no muy grande para ser intervenidos y
recuperados como espacios para el disfrute privado, a manera de casas o
apartamentos. En el campo de lo público el reciclaje de esos edificios se
proyectaba hacia la creación de una red de pequeños hoteles y centro culturales
dentro de la ciudad. Idea ésta, que hoy tiene acogida con beneplácito por
aquellos jóvenes que ven una oportunidad para volver a ocupar zonas deprimidas
de la ciudad, lugares que cuentan con un potencial urbanístico y edilicio
importante para el disfrute de la ciudad.
Largas
jornadas de corrección en la clase de taller estimulaban a los estudiantes para
que lograran devolverle la dignidad arquitectónica a muchos edificios
abandonados y deteriorados. El profesor Restrepo fue un maestro exigente y
afable; en esa clase insistía mucho acerca de la importancia de alcanzar altas
especificaciones técnicas, consecuentes con sus expectativas estéticas, muchas
de las cuales se constituían en novedad y suplicio para sus pupilos. En el
fondo subyacía en él una intención bastante noble: Lograr formar a los futuros diseñadores
en la reivindicación de la dignidad misma de las personas que entraban en
contacto con dicho patrimonio material.
Quizá
derivado de su formación en Asia, el profesor Restrepo lograba ingresar al alma
de las construcciones a través de un método cercano a lo psicoanalítico. Sin
darse cuenta, en ocasiones y sin percibirlo, sus estudiantes eran auscultados
por un profesor que también ingresaba a su alma para tocarlos de manera
profunda. Fue a través de ese acto mágico que Guillermo Restrepo nos entregó lo
mejor a quienes le asistimos en sus gestas.
Durante
21 años el profesor Guillermo Restrepo Valencia le prestó servicios a la
Universidad Nacional de Colombia, a lo largo de esas dos década dejó huella
profunda entre una pléyade de estudiantes que hoy hacen parte del mundo
profesional de la Arquitectura y el Diseño en el país, muchos de ellos de gran
reconocimiento en el ámbito internacional. Muy recordado entre los estudiantes
fue el curso sobre Historia del Diseño
Interior, disquisición semestral que venía a recoger cerca de 30 años de
experiencia profesional. Una vez en clase dijo que “el alma de los estudiantes
era susceptible de ser tallada, así como lo hace un carpintero cuando un trozo
de madera se convierte en una pieza fina de mobiliario”.
En su
primera etapa profesional, el profesor Restrepo fue un consagrado artista
plástico, participando en exposiciones de dibujo y pintura durante la década
del setenta y hasta mediados de los años ochenta. Al respecto, el profesor
Germán Rubiano Caballero destacó la obra del joven Guillermo Restrepo en su
libro El Dibujo en Colombia (Bogotá,
Planeta, 1997). Una segunda etapa fue aquella en la que hizo la escenografía y
la producción de la Opera de Colombia en el Teatro Camarín del Carmen
(1995-1997). Con certeza, su gran compromiso con la compañía teatral hizo que se
retirara de la Universidad Nacional de Colombia por el lapso de un par de años.
De esa época procede el gusto del profesor por las manifestaciones plásticas
del barroco aristocrático.
Años
después, el profesor Restrepo se convertiría en un profundo conocedor de la
Historia de la Arquitectura del Renacimiento y el Barroco, además disertaría
con entusiasmo sobre su estilo favorito: el
Art-Déco. Fueron los estilos galantes y decorativos los que llamaron más su
atención.
Todo
ese bagaje intelectual le permitió realizar obras de diseño notables, pero
además dictó muchas clases verdaderamente magistrales. Algunas de ellas en el
contexto de las cátedras abiertas que empezaba a ofrecer la Universidad Nacional
de Colombia a comienzos del siglo XXI. Fue así, como en una sesión solemne en
el Auditorio León de Greiff, la profesora Susana Friedmann presentó al profesor
Guillermo Restrepo cuando se disponía a disertar sobre: “Viena, la mujer y el
diseño a comienzos del siglo XX”, conferencia que se incluyó en el libro que
recogió las memorias de la Cátedra Manuel Ancízar del año 2000 (Arte, música e ideas: Siglo XX, Bogotá,
Universidad Nacional de Colombia, 2002).
El
profesor Guillermo Restrepo falleció el 14 de octubre de 2015. Su muerte deja
una profunda huella en el campo familiar y es una pérdida profunda para el
mundo académico y profesional de la Arquitectura y el Diseño en Colombia. Este
formidable ser humano cultivó más la oratoria que el arte de escribir, es por
eso que hoy despedimos a la voz más autorizada para hablar del análisis
estético sobre las artes decorativas en Colombia.
Paz en
su tumba.
RICARDO RIVADENEIRA V.
Profesor Instituto de
Investigaciones Estéticas
Facultad de Artes,
Universidad Nacional de Colombia
10 comentarios:
Ricardo, impecable como todas tus narraciones, digno discípulo del maestro. Te recordamos mucho: Rodolfo y Lena de Guacamaya.
Gracias profe Ricardo por destacar la labor docente y profesional de un maestro de maestros como lo fue el maestro Guillermo. Recuerdo con mucho cariño las clases memorables del maestro Guillermo, del arquitecto Correa y suyas que permitieron en muchos de nosotros pulir la pasión por el ejercicio de la arquitectura y del diseño.
Gracias profe Ricardo por destacar la labor docente y profesional de un maestro de maestros como lo fue el maestro Guillermo. Recuerdo con mucho cariño las clases memorables del maestro Guillermo, del arquitecto Correa y suyas que permitieron en muchos de nosotros pulir la pasión por el ejercicio de la arquitectura y del diseño.
Ricardo, gracias por tan acertada, sensible y tan fiel reseña de quien nos formo, enseño y sensibilizo acerca de del Diseño como un noble oficio holístico....sin apellidos, como dices se apago su voz y lastima no quedo su letra; mas allá que impregnada en nuestra memoria. paz en su tumba, lloramos un grande .
Jairo Leal
Ricardo gracias por este homenaje y esta gran remembranza, de un gran maestro y un gran amigo.
Inconmensurable hasta hoy la pena que me embarga por la partida del maestro a quien las palabras no alcanzan a describir, un extraordinario ser humano con la mayor y más valiosa generosidad intelectual que he conocido, quien cautivó mi escéptica razón desde las primeras frases que le escuché, entrando en mi alma para enlazar mente y sentimiento en formas tangibles, con sentido y significado.
Creo haber sido uno si no el primero en sugerirle que implementara su enfoque y conocimiento en las nacientes "lineas de profundización" coordinadas por el maestro Iván Correa H., y estoy casi seguro que fué él quien dijo a mi hermano, una frase sobre mi que generalmente olvido y que siempre me dá el valor para seguir intentándolo cuando siento que mi misión y vocación se desvanecen.
Hoy el tinto es sin azúcar, acompañado de Marlboro light, con la alegría de saber que todo lo que Guillermo entregó le aseguran (sin proponerselo) un lugar en la historia y en la en la eternidad, con la fé de encontrarle de nuevo en algún punto; mientras tenga memoria no podré olvidar su impronta.
Guillermo Restrepo, excelente amigo, sibarita amante de la buena mesa y la buena ópera. Así lo recuerdo. Paz en su tumba.
Juan c Jaramillo
Yo solo puedo decir en lo que ignoro, que está hermosa u fantástica público, hubiera sido en vida.
Jamas lo olvidare, siempre quedara en mi su analitica y particular manera de describir la sociedad y como las artes y el diseño influian en ella; sin duda alguna fue uno de los maestros que mas aporto en mis conocimentos y logro moldear mi alma, como lo perseguia; paz en su tumba, un año despues de su fallecimiento.
Tuve la magnífica oportunidad de conocerlo y también su casa recuerdo su perro dálmata el cual no permitía que nadie se sentara en su sillón así mismo entre muchas cosas su gusto esquisito su arte su sencillez y su inolvidable sopa de caracol.R.I.P.
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